El
acero al
carbono es una aleación que es muy apreciada en la industria de la
construcción por su dureza y resistencia. Se utiliza para hacer
vigas para
construcciones estructurales,
placas para construcción de carreteras
y tubos rectangulares para camas de remolques con estructuras soldadas y
puentes. También se emplea para hacer
barras de refuerzo y
secciones
estructurales huecas (HSS). De hecho, mezclando carbono y hierro, el acero
al carbono se clasifica en una escala de "suave" a "muy
alto", dependiendo de la cantidad de carbono que contenga.